Cogiendo el hilo allí donde lo dejamos en nuestra conversación anterior seguiremos en la etapa en que el discípulo es puesto a prueba por el Maestro a fin de que su enfoque mental demuestre el control sobre el cuerpo astral. Durante un larguísimo período de tiempo el aspirante al discipulado ha desarrollado la mente concreta, ha aprendido a discernir a y ver la diferencia que existe entre lo real y lo irreal. (entre el bien y el mal). Ha adquirido muchos conocimientos, ha sido feliz temporalmente y también ha sufrido dolorosas experiencias que le han servido para aprender las lecciones que precisaba para poder seguir avanzando. En este período de tiempo aparentemente el karma es similar al de la humanidad común, sin embargo la respuesta que da el discípulo ya no es la misma.
Mas adelante se interesa cada vez más por las grandes injusticias que azotan a la humanidad y el sufrimiento que producen en sus vidas y por primera vez siente la compasión en su corazón. La compasión que siente y las ansias de contribuir a aliviar este dolor están dando muestras de estar transfiriendo las energías del plexo solar al corazón.
Sumergido en su vida astral durante infinidad de encarnaciones ha vivido grandes desequilibrios emocionales que le han hecho sufrir, aprendiendo muchas lecciones que le han dado la oportunidad de cambiar de orientación. I por fin le ha llegado la hora de demostrar que ama a los demás más que a sí mismo y que su vida de deseos está siendo sublimada en Amor.
En la 2ª iniciación se da la prueba más difícil y dolorosa de superar para el discípulo en probación.
El Maestro observa a la multitud esperando ver la intensificación de luz en la cabeza de algún ser humano en medio de la gran masa. Esta luz generalmente le indica que se halla frente a un discípulo, un futuro servidor del Plan. Entonces decide ponerlo a prueba y en el momento en que los astros estarán en la posición adecuada el karma se precipitará en la vida del discípulo, poniendo a pueba su capacidad de control astral.
El Maestro espera a ver si las pruebas serán superadas o si el discípulo no las resistirá y preferirá esperar a que le llegue otra oportunidad que generalmente acostumbra a ser en otra encarnación. Si esta es la decisión, el discípulo habrá detenido temporalmente su evolución dejando perder la gran oportunidad que se le ha dado de ser aceptado por el Maestro y actuar definitivamente como servidor consciente de la Jerarquía.
Las pruebas kármicas previas a la iniciación le provocarán grandes desequilibrios emocionales que consistirán en el desprendimiento de lo que más ama y hasta el momento le ha ofrecido más seguridades.
Si pasa las pruebas su vida y relaciones personales cambiaran porqué él habrá cambiado. Entonces empezará un conflicto inevitable entre las relaciones que establece con su familia y personas con quien se relaciona. El aumento de su vibración superior alejará de su vida a las personas que no están preparadas para asimilarla, en cambio quizás habrá otras que se sentirán mucho más atraídas por la vida espiritual y se acercarán a él.
Cuando el control astral es definitivo el discípulo cambia visiblemente sus valores. La vida mundana ni las trivialidades ya no le atraen y las personas que lo rodean no comprenden su creciente impersonalidad.
De ahí que en los estudios esotéricos se insiste a los aspirantes al discipulado el olvido de si mismo, a fin de prepararse para cuando les llegue el momento de demostrar este desapego.
Llegado a esta etapa previa a la iniciación, el discípulo es plenamente consciente que su vibración espiritual es lo suficientemente elevada como para llamar la atención de las fuerzas de la Luz y de la oscuridad, las cuales luchan entre sí para lograr la supremacía. A la derecha el bien y a la izquierda el mal enfrentados en el interior de su consciencia.
Sin embargo pese a las dificultades el discípulo que en esta etapa está regido generalmente por el signo de Escorpio y por el sexto rayo proveniente del planeta sagrado Neptuno, pronuncia con plena convicción estas palabras...
* Guerreo soy y surjo triunfante de la batalla*
pese a las dificultades se mantendrá firme en el estado superior de consciencia que se ha ganado con duro esfuerzo.
Además de las pruebas astrales que ha de pasar en la 2ª iniciación, también va a ponerse a prueba de nuevo su control físico de cuando recibió la 1ª iniciación, aunque ahora su estado de consciencia es mucho más avanzado y no le es tan difícil de superar. En la 3ª Iniciación cuando sea puesto a prueba el control sobre su cuerpo mental desde el Alma, las pruebas se van a producir en los tres niveles de consciencia; mental, astral y físico. Entonces podrá demostrar que ha trascendido totalmente el mundo de la materia.
En esta etapa previa a la 2ª iniciación el Karma del discípulo es acelerado, precipitándose una carga excepcional de los residuos astrales que quedan todavía pendientes por trascender.
No pensemos que todos los discípulos resisten la tensión de tal prueba, sin embargo aunque no reciban la iniciación en aquella encarnación no por esto dejan de ser discípulos. Aunque la expansión de consciencia y el consiguiente avance hacia la 3ª iniciación se demorarán al no haberse producido la imposición del Cetro iniciático que le hubiera abierto la consciencia a un estado muy superior.
Vemos pues que en la 1ª iniciación, el instinto se ha transformado en intelecto al elevarse las energías del centro Sacro al Laríngeo y el chacra estimulado por el Cetro de iniciación es el Cardíaco.
Los Maestros consideran la 1ª esta iniciación menor como la admisión en el Sendero.
En la 2a iniciación, la que tratamos hoy, el deseo se ha transmutado en aspiración espiritual al elevar las energías del Plexo solar al Cardíaco, siendo el Laríngeo el centro estimulado por el Cetro de Poder.
Durante la imposición del Cetro son desalojados del cuerpo del iniciado átomos de materia densa, siendo substituídos por átomos búdicos, produciéndose el doble de radiación de su aura de la que emitía antes de recibir la 1ª iniciación.
A partir de entonces, aún conservando la personalidad, será el Alma quien tomará las riendas de su vida. El estímulo recibido en el centro Laríngeo y el pleno desarrollo de su centro Cardíaco le permitirá desarrollar la mente en los niveles abstractos e intuitivos y al ser aceptado por el Maestro entrará a formar parte de Su Ashrama.
El discípulo iniciado y aceptado por el Maestro vivirá una gran expansión de consciencia que puede durar de forma intensa durante varios años, siendo posteriormente más espaciadas estas expansiones, hasta que se lo pone a prueba antes de recibir la 3ª iniciación, la cual puede ser recibida en la misma encarnación que la 2ª convirtiendo al discípulo en el Corazón del Maestro en un gran Iniciado.
En todo este proceso se le abrirá la visión en los mundos ocultos. Entrará en contacto consciente con el Maestro, con Devas de superior evolución y recibirá instrucción de muy diversa índole y de otras entidades que pueblan el espacio, con devas y entidades de la Naturaleza.
Los estados de consciencia superiores siempre incluyen a los inferiores, no teniendo nada de psiquismo inferior el hecho que un discípulo iniciado entre en contacto con reinos de inferior evolución, porqué siempre que debe hacerlo es para prestar un servicio.
Todo cuanto pueda aprender, experimentar y vivir un discípulo en este estado superior de consciencia, siempre se le permitirá porqué demuestra ser un Servidor del Plan.
En un Ashrama de la Jerarquía tan solo entran quienes demuestran ser servidores consagrados. Ninguna alma puede penetrar si no demuestra el total olvido de si misma y la renuncia a sus deseos de perfección individuales.
Marta Parramon
Gracias Marta por este segunda parte sobre este interesante tema.
Un fuerte abrazo
Cuando en una encarnación determinada venimos con grandes limitaciones de diversa índole,es posible que no podamos realizar plenamente el servicio que desearíamos, pero lo importante (como se suele decir) no es la cantidad de servicio que podamos realizar sino "su cualidad".
En cada encarnación existe un propósito del Alma, que quizás no será la dedicación al servicio sino que habremos encarnado para trascender el karma, de manera que en la próxima encarnación estemos más libres y equilibrados personalmente.
No podemos esperar a que la vida se resuelva sin poner un esfuerzo de nuestra parte porqué entonces lo único que conseguiremos será más acumulación de karma por no haber dado la respuesta adecuada a la oportunidad que se nos ha dado y en la próxima encarnación seguiremos arrastrando este peso que nos retiene y no nos permite avanzar como hubiéramos podido hacerlo.
Lo importante es poner de nuestra parte todo el esfuerzo de que seamos capaces y no detenernos frente a los obstáculos, pues si queremos pasar la iniciación y convertirnos en discípulos, antes tendremos que demostrar que pese a las dificultades nada va a detenernos en el camino del servicio.
Gracias Dani por tu constancia y amistad.
Un fuerte abrazo