(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

domingo, 9 de abril de 2017

Kali Yuga - Un Estado de Consciencia Logoico !



Toda etapa de cambios profundos que vive el Logos Planetario en Sus niveles de consciencia repercuten en Su cuerpo de manifestación produciendo grandes transformaciones especialmente en la consciencia humana.  
Sabemos por los estudios esotéricos realizados que existen cuatro etapas evolutivas a través de las cuales nuestro Logos planetario ha de pasar e ir trascendiendo a lo largo de Su evolución, al igual le ocurre por analogía al ser humano, que debe recorre las distintas etapas del Sendero hasta alcanzar la Iniciación superior.
A estas etapas que experimenta nuestro Logos, empezando por la más densa e inferior, se las denomina: 
Kali Yuga- Dwapara YugaTetra Yuga y Satya Yuga.


La etapa actual que estamos viviendo a nivel planetario es Kali Yuga, la Edad de Hierro. La época más oscura en que se sumerge un Logos y con El, todos los seres que vivimos y evolucionamos dentro de Su cuerpo de manifestación. 

Hasta aquí los seres humanos en gran mayoría hemos vivido dando las espaldas a la Luz. Simbólicamente nos hallamos en el fondo de un pozo y la única posibilidad de salir de esta oscuridad es ir en busca de la Luz que únicamente podremos ver "cuando dirijamos la vista al cielo" y veamos de donde surgimos como Hijos Pródigos. Esta Luz que vemos desde la más oscura de las profundidades nos senyala el camino hacia la Liberación.
Estamos viviendo la mayor de las oportunidades que se ha dado a la humanidad, a fin de que pueda trascender el karma, pero estamos librando la lucha más tremenda con la dualidad establecida entre el ser material que vive en nosotros y el ser espiritual, los cuales se disputan la primacía de nuestra consciencia.


La decisión recae en nosotros, en los seres humanos. Hay que perder el miedo a afrontar lo desconocido,
desapegarnos, romper con las tradiciones, las doctrinas trascendidas y con todo lo que hasta el momento nos ha dado seguridades. Este es el primer paso hacia Agni Yoga.
Quienes se aferran al pasado y de forma consciente e inflexible se niegan a adaptarse a los nuevos tiempos, a progresar y aceptar la responsabilidad que conlleva formar una nueva cultura y civilización basada en unos valores más humanos y justos, están del lado de las Fuerzas del mal. 


Por otro lado están los discípulos y aspirantes que de acuerdo a los requerimientos jerárquicos y de su propia alma están trabajando intensamente dinamizados por la fuerza del Primer Rayo que les llega desde Shamballa, proporcionándoles valor, resistencia y poder para romper con los valores caducos y abrir paso a la nueva era de Fraternidad Universal que ha de preparar al mundo para la Venida del Nuevo Instructor.


A la siguiente y más avanzada etapa de este divino Sendero se la denomina, Dwapara Yuga, la Edad de Bronce, la cual (todavía influenciada en parte por Kali Yuga) conduce a la búsqueda del equilibrio en el centro de Síntesis del Corazón y a la orientación definida de regreso al Hogar del Padre, a la Mónada espiritual. En esta próxima Edad  se vislumbrará de forma creciente la Luz que nos señala el Sendero de Retorno. Este es el próximo Yuga que nos aguarda para cuando hayamos dado el paso definitivo hacia los valores trascendentes.


Tetra Yuga es la Edad de Plata, la cual la podemos comparar con el predominio del Ángel Solar sobre el Morador del Umbral,o sea, el Bien por encima del Mal. Es entonces cuando el predominio de la Luz se acentuará grandemente y la oscuridad desaparecerá en su totalidad de la consciencia planetaria.



Finalmente Satya Yuga, la Edad de Oro, el reencuentro e identificación con el Padre en los Cielos. Cuando el Logos planetario haya alcanzado la Edad de Oro, todo el planeta resplandecerá porqué se habrá convertido en sagrado al igual que todas las células de Su cuerpo (los reinos de la Naturaleza). Entonces se habrá cumplido el Plan del Logos y Su Propósito de Redención se habrá consumado.



Démonos cuenta que la analogía puede ser aplicada en todo cuanto concierne a la evolución entre el macro y el microcosmos. Sabemos como evoluciona la humanidad y si al observar al mundo somos conscientes de lo que es correcto y lo incorrecto, significa que tenemos plena consciencia del bien y del mal. De ahí la gran responsabilidad que nos concierne. No tenemos excusa para desentendernos y no implicarnos, a menudo incluso dentro de los círculos esotéricos se atribuye el mal karma al nivel de consciencia del Logos planetario, del Logos solar e incluso al mal cósmico. No podemos negar que el mal cósmico existe, pero no todo el karma que nos produce sufrimiento viene del cosmos. 

Existe un libre albedrío humano que nos da el privilegio de equivocarnos, lo cual genera karma bueno y malo y este karma lo hemos generado nosotros, no el Logos. Lo cual significa que somos los seres humanos quienes tenemos por Ley, la obligación de trascenderlo, corregir los errores del pasado y empezar a construir las bases con unos fundamentos terrenos y a la vez espirituales capaces de sostener la futura civilización basada en el Orden, la Justicia, la Igualdad y el Amor fraternal. 


Marta Parramon