(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

jueves, 30 de agosto de 2018

Entrenamiento grupal !

                                                                 

 (Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc el 01/05/ 2018)

Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1998


Desde hace varios años venimos compartiendo reuniones grupales que incorporan en nuestras vidas una comprensión superior de lo que significa el Servicio.
Para que un grupo esotérico que pretende dedicar su vida al servicio funcione correctamente y pueda llegar a integrarse, una de las cosas que debe aprender individualmente cada uno de sus componentes, es que debe esforzarse en ser impersonal. Pero no únicamente cuando se reúna con el grupo sino permanentemente, a cada hora y a cada minuto de su vida. Ser impersonal no significa ser insociables, pero sí que nuestra actitud y nuestra forma de relacionarnos debería cambiar. Pensar y hablar constantemente de nosotros mismos, indica que el amor propio va por delante de cualquier necesidad externa a nosotros. Tener la mente puesta en lo que dicen o hacen los demás,. juzgar y criticar demuestra una total falta de amor y comprensión y aunque lo que nos ocurra a nosotros o a nuestro entorno pueda ser grave o muy importante, no deberíamos permitir que nos condicionara. Tenemos que aprender a ser objetivos en nuestras valoraciones para ver las cosas tal como son, no como nuestra mente condicionada por los prejuicios pretenden verlas.

También tenemos que aclarar que ser impersonales y no estar apegados no significa desentendernos de las necesidades del mundo y de nuestro entorno,. Todo lo contrario. Esta es la actitud que un día deberemos adoptar si queremos actuar como almas.

Son muchas cosas que tenemos que cambiar...

El olvido de uno mismo, la Inofensividad y la Palabra correcta” lo resume todo. Este requisito es necesario si algún día queremos integrarnos grupalmente como almas y personalidades.
Todos tenemos unas ansias enormes de acercarnos al Maestro y a nuestro Ángel Solar, sin embargo, antes tendremos que conocernos muy bien a nosotros mismos, para saber lo que nos obstruye la visión del camino y así poderlo extraer de nuestro interior. Todavía somos muy individualistas especialmente cuando predomina la personalidad y la mente y el deseo se confunden, entonces no podemos parecernos a nuestro Ángel porque para Él la individualidad es una ilusión y Su consciencia de Unidad es inherentemente Grupal. Es evidente que el desapego de la personalidad es imprescindible si lo que queremos es entrar en el Reino de las Almas Liberadas.

Nosotros los seres humanos somos almas que un día descendimos de elevados lugares como grupos egoicos. No encarnamos individualmente y por separado,.. esta es la realidad de nuestros orígenes como almas en su verdadera esencia. Nuestro destino está marcado en las estrellas y un día quizás no muy lejano regresaremos al Hogar de donde salimos para dar forma al Propósito del Creador y desarrollar el Plan aquí en la Tierra. Se trata de recuperar la memoria de nuestros orígenes divinos y empezar a actuar ya!. Como lo que somos verdaderamente.
Un aspirante al discipulado debe saber cuál es la naturaleza de los cuerpos que utiliza y en conjunto forman la personalidad, la cual responde al aspecto materia mientras su consciencia está enfocada en si mismo.
Deberíamos ser plenamente conscientes de que nosotros no somos estos cuerpos, pero no como una memoria de los estudios aprendidos sino como un estado de ser real, que forme parte de nuestra consciencia. Nosotros somos el Alma que los usa,. ellos nos sirven como vehículos de expresión, para relacionarnos y extraer consciencia de las experiencias vividas por medio de los sentidos en los tres mundos de la evolución humana.
Cada uno de los cuerpos está habitado por el deva elemental que lo construyó y lo está regenerando constantemente con la energía que les proporcionamos con nuestros estados de consciencia.
Mientras nos identificamos con la forma, ellos manifiestan nuestras tendencias físicas, astrales y mentales concretas hasta que integramos la personalidad y la trascendemos. Cuando esto ocurre significa que los tres elementales se han fusionado. El tres se ha transformado en uno, formando aquella poderosa entidad elemental a la que damos el nombre de.”personalidad”.

Cada uno de estos devas constructores elementales vive y evoluciona en su propia dimensión y elemento. Sin embargo, cuando el ser humano se integra utiliza la mente, el deseo y la acción física simultáneamente.
A veces predomina más una tendencia que otra, sin embargo, sea como fuere, el ser humano está empleando su personalidad, que no son más que las entidades elementales que su Ángel Solar atrajo antes de encarnar a fin de que le construyeran los vehículos que precisaría en aquella nueva encarnación, para seguir desarrollando la consciencia y así contribuir a la realización del Plan.
A partir de la integración de la personalidad, el elemental que la govierna ha adquirido un gran poder sobre la consciencia del ser humano que aún no es consciente de su divinidad.
Esta es la razón de que cueste tanto el desapego del yo inferior y que cuando se nos pone a prueba surja esa potente rebelión que causa tanto sufrimiento, la lucha que se establece entre el Alma y la personalidad o, entre el Espíritu y la materia. Nosotros sabemos que debemos reorientarnos, pero la inercia todavía nos mantiene inmóviles y atados al pasado hasta que por fin perdemos el miedo y surge de nuestro interior la firme determinación de deshacernos de estas ataduras que nos han mantenido presos durante milenios. Entonces es cuando estaremos preparados para dar este paso trascendente que arremete hacia adelante sin importarnos los obstáculos que encontremos en el camino y se abrirá ante nosotros una nueva avenida de percepción espiritual desde donde podremos ver la próxima meta superior que estamos destinados a alcanzar.
El cambio habrá sido trascendente pues esta vez seremos nosotros como Alma quien se manifieste, no los elementales. Entonces la personalidad redimida e iluminada será el vehículo que nos servirá para llevar a cabo el propósito designado en aquella encarnación.
De esta forma avanzamos siempre hacia adelante y en sentido ascendente, llegando a su debido tiempo a ser plenamente conscientes de nuestra divinidad como Mónada espiritual, nuestra verdadera Identidad.


Marta Parraron Elies