(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

viernes, 15 de marzo de 2019

La evolución en la relación !

                                                                       


(Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc el 09//11/17)

Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España) 2000


Aunque los seres humanos nos veamos como individualidades separados de los demás, sabemos que la humanidad como reino de la Naturaleza formamos una unidad. Somos un chacra dentro del Cuerpo de nuestro Logos planetario al igual que lo son los demás reinos de la Naturaleza en distintas partes de Su cuerpo.Y aunque cada reino cumple su función particular, sin embargo en conjunto estamos contribuyendo al desarrollo y la evolución planetaria.

Si aplicáis la analogía varéis que todo se repite de igual forma, desde el macro hasta el micro cosmos, salvando naturalmente las grandes distancias y estados de consciencia.
También lo podemos ver en los distintos grupos de servidores del mundo cumpliendo cada cual una función particular que puede diferir de los demás, sin embargo en conjunto todos tenemos la consciencia enfocada en una misma dirección, contribuir a la evolución planetaria y llevar a cabo el Plan del Creador.

Somos pequeñas unidades dentro de unidades mayores, repitiéndose infinitamente... Vemos pues que todo en absoluto está relacionado. Un planeta es un chacra dentro de su sistema solar, a la vez un sistema solar lo es del cuerpo de una entidad mayor como puede ser una constelación, incluso una galaxia o un universo, no son más que chacras dentro de "Algo" o de un Ser supremo mucho más grande y extraordinario.... y así de forma infinita todo cuanto podamos llegar a conocer forma parte de la Unidad Esencial, de la Vida Una.  
La evolución de la consciencia desde el ángulo humano no sería posible si no fuera porqué al estar relacionados con el Todo se hace posible reconocernos en cada contacto que establecemos. Sin embargo hay que estar muy atentos, porqué no es suficiente con ser conscientes de que estamos relacionados sino  de si se establece un contacto y aún más... Si de este contacto surge la identificación recíproca a unos niveles que van más allá de la forma.

" Hombre conócete a ti mismo como al Uno imperecedero"
Esta es una máxima esotérica que deberíamos tener muy en cuenta.

¿Cómo podemos reconocernos a nosotros mismos en las relaciones?
Es cuestión de ser muy observadores y estar atentos por dentro y por fuera de nosotros mismos, esto significa que si queremos ver la realidad, no tal como nos gustaría ser, sino tal como somos, con nuestras cualidades y nuestros defectos, únicamente podrá emerger a la superficie de nuestra consciencia cuando en la relación y el contacto nos demos cuenta de cual ha sido nuestra reacción frente al hecho, ya sea negativo, positivo o indiferente.  

Hay relaciones más afines unas que otras, pero aunque en ciertas ocasiones pueda ser negativas y nos causen malestar, si fuéramos impersonales u objetivos e intentáramos reconocer el mensaje que nos trae a cada instante la vida, aceptando que si no fuera por las relaciones y contactos no podríamos crecer ni reconocernos a nosotros mismos, la respuesta que diéramos sería muy diferente a la que damos cuando únicamente nos encerramos en  nosotros mismos y nos negamos a aceptar la realidad de lo que somos. En general, cuando algo no va bien nos escudamos dando la culpa a los demás o a las circunstancias sin aceptar nuestra parte de responsabilidad.

Podéis estar seguros que cuando respondemos de forma similar a una agresión o al alago de otros, significa que aquella persona o cosa que a aparecido en nuestra vida nos está haciendo de espejo.
Así pues, no tendríamos que juzgar a los demás, sino observar como hemos reaccionado nosotros mismos.También podemos hacerlo a la inversa... ¿Cómo reaccionan los demás a nuestras palabras o actitud? Estamos estimulando lo bueno en los demás o los provocamos para hacer surgir lo negativo que hay en ellos?
De esta forma aprendemos mucho de lo que somos individualmente, especialmente cuando nos aceptamos tal como somos y empezamos por deshacernos de lo inservible.


El discípulo siempre debería centrarse en lo positivo en todo cuanto hace en su vida, en sus relaciones y consigo mismo.
Centrarse en las desgracias que constantemente vemos y nos están inculcando los medios de comunicación nos aturde y el miedo no nos permite centrarnos en lo positivo.Todo cuanto mantengamos de forma constante en la mente, lo estamos alimentando y robusteciendo. Ved entonces la gran responsabilidad que tenemos para con la humanidad.


Sabéis que las Fuerzas de la oscuridad basan su poder en el  miedo? El miedo paraliza la acción correcta y detiene la evolución, porqué el miedo surge y vivifica el cuerpo astral y anula la mente. Siendo así el ser humano no es capaz de pensar por si mismo y aturdido por el miedo cae en la trampa impuesta por una sociedad corrupta, infeliz y competitiva, dejándose influenciar por el deseo de poseer y cayendo cada vez más hondo en la oscuridad. 
Una nueva era requiere unos nuevos valores y esto significa que tiene que producirse un cambio radical en todo cuanto hemos construido hasta el presente... en la religión, en la ciencia, en la economía, en la educación, en las artes. Pero para que cambie el mundo tenemos que empezar por cambiar cada uno de nosotros individualmente, porqué la sociedad la formamos entre todos, al igual que una cultura y una civilización.

"La energía sigue al pensamiento" y todo cuanto mantenemos de forma constante en la mente, los devas lo están construyendo. 
Si queremos convertirnos en verdaderos magos blancos creadores de un Nuevo Mundo, deberíamos empezar por desechar lo negativo que están intentando (desdichadamente con bastante éxito) infundir en las consciencias las Fuerzas del mal.
Hemos dicho anteriormente que allí donde ponemos la mente allí va la energía. Cualquier pensamiento mantenido durante largo    tiempo acaba por materializarse y si ya existe, lo que hacemos es robustecerlo porqué lo estamos alimentando, añadiendo una cuota más de negatividad a la ya existente.

¿Hemos puesto alguna vez  nuestros valores en el platillo de la balanza? Porqué lo que estamos viviendo actualmente toda la humanidad es una gran crisis de valores.
Si vivimos experiencias verdaderamente críticas que nos producen sufrimiento generalmente nos hacen reflexionar. 
Cuando nuestra consciencia ha llegado a cierto punto de inquietud espiritual nos planteamos cuales son los auténticos valores,  empezando por hacer un recuento de lo que hemos sido y hasta dónde nos ha conducido nuestra forma de ser y de actuar.  
Al comparar lo que el mundo estamos viviendo ahora, sí que existe una buena razón para preocuparnos, es entonces cuando nos damos cuenta de lo inútil y equivocado de nuestra actitud, cuando dimos tanta importancia a cosas que no la tenían en absoluto.

Tenemos que aprender a amar, a ser comprensivos e inteligentes para saber distinguir lo que es y lo que no es correcto, pero pensando siempre en el bien de los demás. Cuando uno se siente agredido pero no juzga ni critica, sino que tan sólo observa, surge la comprensión.
Intentad responder a los ataques que recibáis con comprensión, sin pensar en vosotros mismos,  de esta forma descubriréis que la persona que os agrede queda desconcertada, porqué cuando uno es agresivo su elemental astral le está pidiendo que provoque más agresividad. Generalmente esta persona se calma al no obtener la respuesta que esperaba o también puede dirigirla hacia otra persona a quien le haya afectado su comportamiento y esté indignada.
No se trata de dar la culpa al elemental, sino a nuestras propias tendencias egoístas.

Cuando se entra en el sendero del discipulado se enseña a utilizar y a saber dirigir las energías correctamente y precisamente en este punto es donde se decide el camino de la derecha o el de la izquierda. Las energías son neutras y depende de como se utilicen sirven para hacer el bien o el mal. 

Seamos creativos, son necesarias nuevas ideas, nuevas formas de relacionarnos y una forma totalmente distinta de vivir. Aprendamos lo que significa el verdadero amor y la compasión. Nosotros somos quienes tenemos que poner los cimientos de la Nueva Era, construyamos unas bases firmes que puedan sostener el edificio de la nueva civilización que está en proceso de nacer.

Marta Parramon