(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

martes, 12 de diciembre de 2017

Iniciando el Sendero del Discipulado !




En el año 1945  Alice Bailey, por medio de las  enseñanzas del Maestro Tibetano dió a conocer al mundo un Camino superior que de seguirlo, conduciría al Discipulado consciente. Se dice que en aquellos años, en todo el mundo únicamente existían 400 discípulos encarnados y consagrados al servicio de la Jerarquía, (la gran mayoría de ellos en cuerpos masculinos). Sin embargo durante los años transcurridos hasta el presente se han sucedido distintas generaciones de almas que han encarnado en cuerpos femeninos y masculinos, lo suficientemente capacitadas espiritualmente  para preparar la Venida del Instructor del Mundo, inaugurar la nueva era y dar a conocer a la humanidad que existe otra forma de vivir basada en unos valores eternos, que conducen a la armonía, al orden y a la verdadera paz en el mundo.  

El Plan que los Maestros llevan a cabo por medio de Sus discípulos consiste en dar un impulso a la evolución espiritual planetaria y dirigir las consciencias hacia una nueva dirección, pero este proceso únicamente será posible si la humanidad despierta de su letargo. Es por este motivo que los aspirantes y discípulos predispuestos a servir son entrenados en los grupos internos de la Jerarquía, a fin de que se capaciten para despertar las consciencias, e introduzcan Luz en las mentes y Amor en los corazones de aquellos seres humanos que tan sólo necesitan un estímulo superior, para decidirse a dar el paso definitivo hacia el Sendero de retorno. 


Aunque a un aspirante al discipulado se lo instruya sobre los principios fundamentales de la Sabiduría Eterna, también se le pide que actualice las enseñanzas de forma voluntaria y creativa según sus capacidades, y las adapte a la etapa actual que la entera humanidad ha alcanzado, tanto a nivel mental como espiritual. Hoy en día ya no se pueden impartir las enseñanzas de una forma devocional como lo  fue en el pasado. Los discípulos de aquella época vivían una vida mística alejados del mundo, regidos ciegamente por dogmas y supersticiones impuestas por las enseñanzas y fanatismos religiosos y aunque su devoción fuera muy elevada y lo sintieran en su ser más profundo, todavía estaban orientados astralmente. Ellos se sentían como el rebaño siguiendo al Pastor. 

Todas las enseñanzas esotéricas sobre la Sabiduría Eterna siempre deben ser fieles a sus Principios, pero si no se adaptan a la evolución mental y espiritual alcanzada por la humanidad avanzada del tiempo que les ha tocado vivir, están destinadas al fracaso. 
Sin embargo los aspirantes al discipulado y los discípulos aceptados, hoy en día se han convertido en faros de Luz, son almas lo suficientemente adultas como para hacerse preguntas, para que se las respondan a si mismos y se hagan responsables de las enseñanzas que imparten, sin tener que importunar al Maestro para que les diga constantemente como y donde deben servir. Si el Maestro nos da un servicio es porqué confía en nosotros y sabe que podemos realizarlo. 
Al principio, cuando nos comprometemos a servir, nos da miedo equivocarnos, decir algo incorrecto o que no se ajuste a lo que creemos que es lo que nosotros hemos comprendido. Pero el aprendizaje es necesario y podéis estar seguros que incluso los Maestros que en su día también fueron aprendices de discípulos, también se equivocaron, pero es así como se aprende y es así como nos formamos y un día podemos llegar a ser Maestros.  
Seguimos siendo místicos orientados espiritualmente, pero también hemos desarrollado la mente y ahora ya no podemos seguir viviendo encerrados en nuestro interior. Ha llegado la era de Acuario y lo adquirido y retenido en el pasado ha de hacerse práctico y visible en las obras de cada día y en todas las relaciones que establezcamos allí donde el destino nos lleve, no intentando inculcar nuestros conocimientos sino, amando sincera y desinteresadamente. El verdadero servicio consiste en despertar las consciencias y es el Amor demostrado de forma inteligente lo único que las puede despertar, para que cada cual siga el camino que le señale su Alma sin imposición de creencia  externa alguna.
Luego se descubre que el Dios que hemos adorado no está fuera de nosotros como se nos enseñó en las iglesias en forma de ídolos sino que donde lo hallaremos es en nuestro interior. Cuando en vez de pedir sentimos la necesidad de dar lo mejor de nosotros mismos, hemos dado el paso que nos ha convertido en verdaderos servidores  ocultistas. 

Es entonces cuando sentimos el llamado del Alma, cuando  surge esta fuerza e impulso de prestar servicio sin esperar reconocimiento alguno. Entonces nos reconocemos como seres divinos, descubrimos el porqué hemos encarnado, el servicio que debemos prestar y también a cual grupo egoico pertenecemos.

Las preguntas y la incertidumbre sobre nuestra procedencia egoica, el servicio que debemos prestar, cómo, donde y de que manera son una constante en las primeras fases del discipulado.
No penséis que un ser avanzado como puede ser un discípulo e incluso un iniciado sabe con certeza desde su juventud para que ha venido al mundo. Si estudiáis la vida de los grandes Maestros e Iniciados que han encarnado en cuerpo físico, veréis que antes de saber Quienes son, han de pasar varios años, incluso cumpliendo un karma personal todavía pendiente de encarnaciones anteriores. 
Un aspirante al discipulado debe saber cuales son sus líneas de rayo, especialmente el rayo del Alma y el de la personalidad, porqué esta última ha de convertirse en su instrumento. De esta forma además de saber cual es su Sendero y de donde procede como grupo Egoico, sabrá de que equipo personal dispone como instrumento del alma que le servirá para llevar a cabo el servicio que le sea asignado por el Maestro. 

Seguramente muchos de vosotros sabéis que existen 7 Grupos egoicos, cada cual respondiendo a uno de los siete rayos. Nuestra procedencia parte de uno de los Señores de Rayo, de un planeta Sagrado, por lo cual, estudiando las características de los 7 rayos y agudizando un poco la intuición podréis averiguar quien es vuestra familia espiritual, cuales sus características y la clase de servicio que estáis destinados a realizar. Puede ser en la política, en la educación, en la filosofía, en el arte, la ciencia, en la religión o en algún sector social donde debáis aplicar el orden o hacer reformas. Esto no significa que el destino os tenga que llevar a ocupar un cargo de relevancia social o de cualquier otro orden, podéis ser aspirantes, discípulos aceptados e incluso iniciados, vivir una vida de familia aparentemente común y pasar 

desapercibidos. Sin embargo quienes hayan adquirido cierto nivel de sensibilidad espiritual sabrán reconoceros, 
" Por sus frutos los conoceréis".

  Marta Parramon

6 comentarios:

  1. Es muy difícil para quien no tiene la intuición mínimamente desarrollada, poder percibir cuales son sus rayos, puesto que en cierto modo todos nos afectan y a todos respondemos, seamos conscientes o no.

    Es uno de los problemas que se plantea (imagino) a quienes desean conocer sus rayos, puesto que se ha de tener una personalidad bien integrada o un alma que predomine con fuerza en el individuo, para que se distinga sin ninguna duda sus rayos.

    Es parte del juego de la vida, experimentar, probar, errar o acertar, y así ir progresando, pero no deja de ser un aspecto, este el de los rayos, que si se supiese con exactitud, podría ayudar.

    Gracias Marta por la interesante entrada.

    Un fuerte abrazo
  2. Sabemos que nuestro universo es septenario, por lo que las energías de los siete rayos que son la manifestación de Siete Grandes Constructores procedentes de las estrellas de la Osa Mayor, penetran en el sistema atraídas por el Logos a fin de poder llevar a cabo Su creación.
    Sin embargo, al igual que toda entidad microcósmica el Logos posee una característica particular de rayo que le da una cualidad propia y distintiva. En este caso es la del 2º rayo de Amor y Sabiduría. Una vez las ha asimilado y cualificado por Su Rayo de Amor las expande a través del aura solar dirigiendo cada una de ellas al planeta que responde a su energía particular, La analogía es perfecta si sabemos ver que cada entidad solar o humana, poseemos siete centros o chacras. Las energías "viajan" por el espacio compenetrando todo cuanto existe, pero jamás se detienen, aunque cuando hacen impacto en nuestros vehículos pueden producir cambios y estados de consciencia que harán resaltar nuestras tendencias personales o egoicas.
    Estén despiertos o no, los chacras distribuyen las energías para vitalizar todo el organismo. El tipo de energías a que responda cada chacra vendrá dado por la línea de rayo egoico, personal, astral o físico, por su karma o nivel evolutivo y según el signo solar que haya nacido le regirá las energías de un planeta u otro. También sabemos que los chacras por encima del plexo solar despiertan con los estados superiores de consciencia del ser humano.
    Los chacras principales en esta etapa evolutiva logoica son los planetas sagrados En la religión católica son llamados "Los Siete Espíritus ante el Trono de Dios".
    De igual forma lo hacemos los seres humanos. La humanidad común medianamente avanzada, los chacras que tiene más activos son los inferiores al diafragma lo cual revela al clarividente el nivel evolutivo del individuo.

    Pero aunque recibimos todas las energías de rayo, no significa que seamos receptores a todas ellas.
    En primer lugar, porqué en el momento de individualizarnos, penetró en nuestra alma infantil la energía de rayo de nuestro Grupo Egoico, un subrayo monádico de nuestro Ángel solar. Éste rayo regirá nuestra evolución humana hasta el día en que entremos en el quinto reino y liberemos al Ángel. A partir de entonces sabremos cual es nuestro rayo espiritual porqué habremos ascendido al nivel del Ángel solar.
    Al rayo de la personalidad únicamente se responde si el individuo está integrado, pues generalmente un aspirante espiritual regido por sus deseos, el rayo que más predominará en su vida será el de su cuerpo astral.
    Si somos conscientes del rayo al que pertenecemos como almas, también sabremos cual es el de nuestra personalidad, y aún más el rayo del cuerpo astral, pues lo superior siempre incluye lo inferior, pero no a la inversa.

    Hay que profundizar y ser constantes en el estudio si realmente estamos interesados en descubrir quienes somos, de donde venimos y hacia donde nos dirigimos, pues al hacerlo sabremos con exactitud cual es nuestro Sendero, para que servicio estamos capacitados y cual es el propósito de nuestra Alma. Además, sabríamos de que planeta sagrado procedemos como grupo egoico.

    Gracias a ti Dani por tu apreciado comentario.

    Un fuerte abrazo
  3. Cuando los siete rayos estén en plena armonía veremos este gran cambio en favor de la humanidad.
    Cuando esto suceda habremos llegado a la edad adulta. Seremos Almas en Irradiación...
    En el Servicio prestado la inquietud hace que nos movamos y lleguemos cada vez a estados mayores de Conciencia.
    El Camino consiste en saber Servir en el no hacer y Servir en el hacer...

    Gràcies.
    Una abraçada.
  4. Toda vida existente es el resultado del trabajo constructor de los 7 rayos.
    Nos transmiten con su vibración particular una cualidad propia a cada uno de los cuerpos que utilizamos; el físico, emocional, mental. Cuando éstos tres rayos se sintetizan, surge un rayo más potente, el de la personalidad que predominará a partir de entonces con más fuerza para ir dando paso al rayo de nuestra Alma Causal.

    Más adelante el rayo personal y el causal, también se sintetizarán y entonces descubriremos cual es la Fuente de donde surgimos y cual es nuestra primordial vibración espiritual, el rayo monádico.

    Pero cuando todavía somos aprendices, no sabemos utilizar estos maravillosos instrumentos que nos llegan a través del Logos solar.
    Aunque cada uno de los siete rayos confiere una cualidad propia que le caracteriza, en realidad la energía es neutra. Podemos poner el ejemplo; es lo mismo que cualquier instrumento sofisticado que llegue a las manos de un niño sin experiencia. Si no sabe como utilizarlo puede hacerse mucho daño o causar algún desastre. Sin embargo a medida que nos vamos haciendo adultos,aprendemos a utilizarlo, pudiendo realizar con él grandes y maravillosas obras de arte.
    No son las energías las que nos traen desarmonía sino que somos los seres humanos quienes no sabemos adaptarnos a ellas.

    Así es Olga, como bien dices,
    el único Sendero que nos conduce a los pies del Maestro y a la Iniciación, es el Servicio.

    Gracias amigos
    Un fuerte abrazo
  5. Gracias por el texto y comentarios.

    Un abrazo a tod@s.

    Gracias Marta.
  6. Gracias por tu presencia e interés Marcos

    Un fuerte abrazo

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