(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

martes, 13 de febrero de 2018

En busca de la Perfección !




Traducción del Catalán al Español publicado en Audio en este bloc el 13/10/2016

Reunión grupal en la Asociación de Amigos de la India de Barcelona, Catalunya (España) 1998



Todo el proceso evolutivo y las infinitas experiencias vividas en cada encarnación nos señalan el Sendero de Perfección. 

Por poco que sepamos sobre la evolución de la humanidad, al observar, no en detalle, sino de forma global, veremos que desde el ser más primitivo hasta nuestros días siempre hemos tenido frente a nosotros una imagen de perfección hacia la cual nos hemos dirigido, ya sea con fines materiales o espirituales o ambos a la vez. La causa de este anhelo de llegar a ser lo que no somos y el inacabable caminar hacia la meta que nos hemos propuesto está arraigada en la subconsciencia, nos impulsa al desarrollo mental  y a convertirnos en lo que para nosotros es lo más perfecto o hermoso de la imagen creada. Esta tendencia natural en el ser humano es lo que mueve la evolución desde el principio de los tiempos.

Siempre deberíamos proponernos un objetivo superior a alcanzar, pero no como una meta final que, desde la actual perspectiva visualizamos como la máxima realización, sino que cada meta fuera una nueva etapa de este Camino cuya perfección no tiene límites.

En realidad esta imagen hacia la cual tenemos puesta la mirada desde nuestra inmadurez humana, no es más que el reflejo en los niveles más densos de nuestro Arquetipo superior, el Ángel solar. Al principio la imagen o modelo que nos forjamos es de orden material, no es que el Ángel sea así, pero como los seres humanos tenemos ante nuestros ojos  tantos velos que encubren la realidad, nuestra consciencia únicamente ve i desea llegar a ser lo que es capaz de percibir desde su oscuridad. 
Queremos llegar a ser perfectos, parecernos a quien admiramos e incluso ser mejores que ellos. Precisamente nuestra era se caracteriza por la competición. Se anhela ser más fuerte, más agraciado, más rico, más inteligente o tener más facultades u otro orden de cosas. Este estado de consciencia demuestra egoísmo y ambición. El individualismo es más fuerte que nunca, especialmente cuando la mente y el orgullo intelectual que genera, le hace sentirse superior a los demás.  
Pero llega a un punto en esta etapa evolutiva en que el ser humano está saciado, aburrido y cansado de perseguir metas que no le dan la paz ni la felicidad que anhela y al final, lo que tanto ha perseguido tan solo le ha causado desengaño e insatisfacción. Cuando ha llegado a la cima del materialismo y ha alcanzado o no, las metas que ha perseguido, entra en un estado de frustración y fracaso. Entonces siente dentro de sí una total aridez y un gran sentimiento de soledad, se hunde en un torbellino de dudas y empieza a preguntarse el porqué la orientación que ha seguido hasta el momento en la vida no lo ha hecho feliz. Siempre ha perseguido la felicidad personal pensando en si mismo y si la ha hallado tan sólo ha sido de forma temporal. No se ha dado cuenta que la mayor  felicidad está en hacer felices a los demás y no únicamente a si mismo y que la paz y el verdadero amor no se hallan en el recibir sino en el dar  sin esperar reconocimiento alguno. 

Llegado el momento oportuno y de profunda crisis, se pregunta que sentido tiene la vida? Entonces se le abre una nueva perspectiva, muy distinta y más amplia de lo que significa, ser humano. Algo ha cambiado en su interior que le permite darse cuenta de que él no és distinto a los demás ni es un ser a parte de la humanidad. Observa entonces y se da cuenta de la grandeza del cosmos. Antes únicamente se veía a sí mismo. A partir de entonces abre su consciencia hacia zonas inexploradas y al mismo tiempo descubre dentro de sí un nuevo arquetipo, una meta que no es estática ni material, es algo incorpóreo que está despertando en su corazón. 

De una u otra forma todos nos dirigimos hacia nuestro Ángel solar, el mayor y más anhelado objetivo de todo aspirante y discípulo. Sin embargo no podemos alcanzarlo sin pasar por las etapas previas que nos han preparado para tan grande acontecimiento. La dualidad entre el ser espiritual que mora en nosotros y la vida personal existe desde que el hombre entró en el Sendero y en más de una ocasión se enfrentarán en nuestro interior creando grandes crisis de consciencia. Cuanto más avanzada sea la etapa que atravesemos, más poder tendremos como almas, aunque la fricción seguirá hasta muy avanzada la evolución, cuando hayamos alcanzado el Arquetipo que hemos estado persiguiendo.
Llegados a la etapa en que entramos en el Sendero superior, se presentará ante nosotros un doble sendero y entonces tendremos que escoger entre uno u otro. Uno de ellos nos conduce a la oscuridad de la materia en la cual estuvimos sumergidos en el pasado y a la vida del ser humano común, el otro nos abre las puertas de la Iniciación y al estado de perfección que nos acerca al Ángel solar, nuestro Primer y Único Maestro, el que nos ha estado atrayendo hacia Sí con Su potente magnetismo irradiante y ha sido la causa inconsciente de nuestra constante búsqueda.  
En esta encrucijada, se trata de SER o NO SER. Depende de nosotros, de nadie más. Si se nos presenta la prueba es porqué estamos preparados para dar el paso definitivo hacia la Luz y demostrar que merecemos la confianza del Maestro.

Si nos sentimos atraídos hacia el servicio altruista y sentimos el amor hacia los demás, significa que estamos guiados por el Alma, se nos está dando una oportunidad pero esto comporta una gran responsabilidad, pues la energía que nos transmite la enseñanza dada por un Maestro contiene Su vibración que es Fuego purificador. 
No es suficiente con haber estudiado, toda comprensión adquirida debería ser compartida con el grupo y con la humanidad que esté buscando respuestas internas.
La Energía sea cual sea la forma en que se manifieste en nuestra consciencia no puede ser retenida.
El Maestro y nuestra propia Alma nos está pidiendo que amemos, que nos entreguemos al servicio y expandamos por el mundo la Sabiduría, la Luz y el Amor que contienen Sus enseñanzas.

El mundo lo necesita en estos momentos de grandes crisis a todos los niveles, no podemos desentendernos.

Leed si os apetece los 2 libros del Maestro Tibetano escritos por Alice Bailey... " El Discipulado en la Nueva Era". Os orientará en el Servicio.

Vicente Beltran nos decía; "No digáis que mañana o cuando haya solucionado mis problemas empezaré a servir, porqué el mañana no existe. I mañana tendréis los mismos problemas que tenéis hoy y seguiréis diciendo... mañana lo haré...y no lo haréis nunca"
Ésta no es la actitud que el Alma espera de nosotros.
Si queréis podéis empezar ahora mismo a servir y os daréis cuenta que estáis capacitados para hacerlo. 



Marta Parramon 

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