(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

martes, 22 de octubre de 2019

El Devachan y el proceso de renacer !



(Traducción del Catalán al Español publicado en audio en este bloc el 28/10/17)

Reunión grupal en la Sociedad Teosófica Rama Armonía de Barcelona, Catalunya (España) 1999


Seguramente muchas personas se habrán preguntado alguna vez si existe algo más después de la muerte, especialmente cuando se acercan al final de sus vidas o en el caso de padecer una grave enfermedad. Aunque muchas de ellas no crean que existe vida más allá de la muerte y que al morir serán aniquiladas totalmente, quizás habrán oído hablar de experiencias vividas por las personas que han permanecido clínicamente muertas y han regresado a la vida habiendo vivido todas ellas experiencias muy similares que les han permitido verse a si mismas, a los médicos, a personas que los rodeaban, que han oído sus comentarios y además se han sentido absorvidas por una luz radiante experimentando una 
sensación de tanta paz y bienestar que no querian regresar.
Aunque no crean en su veracidad es muy probable que en estos momentos críticos lo recuerden y surja en ellos la duda y el deseo de que sea verdad. Esta duda les puede dar la  esperanza y un cierto bienestar al pensar que quizás no se acaba todo aquí. 

Adentrándonos en el tema que hemos iniciado sobre el Devachan *el Cielo de los cristianos* empezaremos por decir que todo cuanto podamos vivir o experimentar fuera del cuerpo físico no son lugares, sino que son estados de consciencia vividos en otras dimensiones, pues más allá de la densidad física aunque todavía existan formas en el plano astral los sentidos físicos han desaparecido totalmente y todo cuanto vivamos lo experimentaremos como emociones y deseos más o menos elevados según el estado de consciencia alcanzado y sin las limitaciones de un cuerpo físico denso. 

A medida que el Alma humana se va desprendiendo de los vehículos que ha utilizado mientras estaba encarnada...el físico-etérico, el astral y el mental y habiendo sido registrada su consciencia en los átomos permanentes, todas aquellas vibraciones densas que aún le restaban de su vida anterior han quedado retenenidas o filtradas en el átomo permanente  correspondiente al plano que ha abandonado, acogiendo en su interior todo lo que ha acumulado de personal en el tiempo.
A medida que nos libramos de la materia el karma es dejado al margen de la propia alma quedando almacenado en los átomos permanentes a fin de que el Ángel solar los tenga a su disposición para incorporarlos en la consciencia de aquel ser humano en la próxima encarnación. Los átomos permanentes retienen la memoria  de la vibración de consciencia que aquella alma ha alcanzado en su anterior encarnación en los tres mundos de la evolución humana...físico-astral y mental. 

El clarividente cuya visión accede a niveles egoicos, ve dentro del cuerpo Causal  un triángulo de energías en cuyo centro palpita una resplandeciente luz que los mantiene en vida, la misma Vida que ha vivificado los cuerpos materiales y se ha retirado hasta el Cuerpo Causal en espera de descender de nuevo al corazón físico humano para infundirle su Vida mientras adquiere consciencia. 
En el Devachan el karma no puede entrar porqué éste es un"lugar" dévico de reposo, pureza, dicha y cura las heridas abiertas  debidas al sufrimiento padecido mientras estaba encarnado.
En realidad el Devachan viene a ser una forma mental creada por la mente humana con sus sentimientos y pensamientos más puros. "Allí" todo cuanto se vive es más real que en el plano físico. 

¿Cómo vive el alma humana el proceso de la muerte y como se produce?  
El cuerpo físico y el etérico se descomponen a la vez, 
cuando ha pasado cierto tiempo lo hace el cuerpo astral y finalmente el mental. Todo este proceso es variable porqué el  tiempo que se pasará en cada plano depende de donde se tenía enfocada la consciencia de forma predominante en la anterior encarnación.

Por medio del doble etérico nos llega la Vida y la Consciencia desde el Alma, nos permite ser conscientes y utilizar los sentidos en distintos niveles, además permite que fluyan las energías provenientes de los planos superiores impregnándolas de nuestros estados de consciencia, repercutiendo en el cuerpo físico denso.
Según cuales sean nuestros hábitos y costumbres así serán los efectos que se van a producir en el cuerpo físico. Esto es elemental y todos sabemos que toda causa produce unos efectos y a la vez nos estarán revelando lo que somos internamente con respecto a este plano.  Así que si no somos moderados físicamente y llevamos una vida desordenada, el cuerpo etérico también se resentirá porqué el físico denso es el doble del etérico. Sin embargo la función es muy distinta.
El físico denso es tan sólo un autómata o sea que no es un principio, únicamente recibe la vibración que le llega de otros planos superiores, pero él por sí mismo no genera nada, únicamente es receptor y según el uso o abuso que haga de dichas energías que le facilita su doble, así será su salud.

En el momento en que el Alma decide reabsorver la vida de aquella forma, el Deva del cuerpo etérico recibe la orden de retirarse.
El doble etérico es un entramado de energía eléctrica que forma el sistema nervioso "los Nadis" el cual es un doble exacto de cada uno de los átomos y células de nuestros órganos. Es por esta razón que también se lo denomina "el Cuerpo de Energías"
Para que la muerte del cuerpo físico se produzca, el etérico debe desprenderse y el hilo de la Vida cortado, o sea que el sistema nervioso ha de dejar de funcionar y por consiguiente, el cerebro, la corriente sanguínea y finalmente el latir del corazón.
El doble etérico empieza retirándose de las extremidades produciendo en el cuerpo una sensación de ormigueo. Según lo aferrado que se esté a la vida, quizás por la juventud o vitalidad de la persona habrá más resistencia a desprenderse, entonces se producirán temblores debido a  descargas eléctricas en todo el cuerpo en el momento del desprendimiento.La consciencia habrá  sido absorvida por el Alma y la persona quedará totalmente inconsciente, su cerebro dejará de funcionar, el corazón de latir y los médicos diagnosticarán la muerte.
Sin embargo el Ángel solar todavía no ha dado la orden a los Devas encargados de cortar el Hilo de Vida cuya Luz  es Resplandeciente y son los que presiden y acompañan en este trance. Antes de ser cortado el hilo, el alma que acupaba aquel cuerpo tiene que hacer una recapitulación de unos segundos de las experiencias físicas que han marcado su vida  en este plano a fin de poder ser almacenadas en el átomo físico permanente. En estos instantes la vida física pasa por delante del alma como un relámpago y su estado de consciencia física queda gravado en el átomo permanente.
Esto ocurre de igual forma cada vez que nos desprendemos de los demás cuerpos, pues cada uno de ellos tiene su propio átomo permanente como contenedor de sus distintos estados de consciencia.

Una vez hecha la recapitulación, el alma humana entra en un estado de somnolencia que puede durar unas horas o unos días, para luego despertar en el plano astral, siendo para el alma algo conocido y tan natural que no sabe distinguir si está en el plano físico denso o lo que está viviendo es un sueño, especialmente esto les ocurre a las personas que no tienen ninguna información sobre el proceso de la muerte, hasta que a costa de intentar hablar con sus familiares o llevar a cabo actos físicos y ver que no le es posible ni nadie les hace caso, acaba por aceptar su realidad. 
Sin embargo las almas desencarnadas jamás están solas, pues existen devas o almas humanas que las orientan.
Si habéis leído algo sobre los "Auxiliares invisibles" de los que nos habla la Teosofía, sabréis que cuando los aspirantes y discípulos nos dedicamos a servir, a veces se nos pide prestar servicios como este u otros que en un momento determinado son necesarios, pueden ser para las personas, pero también para los demás reinos. Estos servicios los prestamos por la noche cuando nos quedamos dormidos.

Algo que hay que entender es que cuando hablamos del tiempo transcurrido fuera del plano físico lo hacemos para tener una idea aproximada de lo que pretendemos comunicar, pero hay que tener en cuenta que fuera de este plano tal como lo entendemos aquí y ahora, el tiempo no existe. Cuanto más sutil es el plano donde nos situemos, visto desde nuestra perspectiva física, todo cuanto experimentemos en otras dimensiones transcurrirá mucho más rápido que en el físico denso. Cuanto más sutil y elevado es un plano, más se acorta el tiempo, hasta desaparecer totalmente. Lo que para nosotros pueden representar 40 años, en el plano astral podrían ser unos pocos meses. 

Este comentario nos sirve para intentar comprender lo siguiente:
El tiempo que podamos pasar en el plano astral después de la defunción, dependerá de la intensidad con que hayamos vivido nuestros deseos y emociones. Una persona cuyos deseos predominen sobre su mente, en proporción pasará mucho más tiempo en este plano que otra que sea más de tendencia mental.
Una vez satisfechos los deseos en el plano astral empezará un proceso de desprendimiento de este cuerpo que le ha servido para poder experimentarlos, llegando el momento de la segunda muerte y la entrada en el plano mental.
De igual forma permanecerá más o menos tiempo en dicho plano según el desarrollo de su estado de consciencia, hasta que le llegue el momento de abandonar también el cuerpo mental.

En el instante en que se le prepara para volver a la encarnación y habiendo entrado en el Sendero del  
discipulado,  al alma humana se le permite ver el pasado, el presente y el futuro como una total continuidad, esta visión queda grabada profundamente en su consciencia y aunque al volver a encarnar no lo recuerde de inmediato, a lo largo de los años la va recuperando, produciendo grandes reajustes en su vida y una capacidad de servicio que quizás le orientará en una dirección distinta a la que havía seguido hasta el momento.  
 
Si pudiéramos recordar los pasos que seguimos desde que desencarnamos hasta que volvemos no tendríamos miedo a la muerte porqué sabríamos que la muerte del alma como tal no existe mientras pertenecemos al reino humano, únicamente cambia la forma, sin embargo la vibración de la consciencia sigue siendo la misma. Seguimos siendo el mismo ser pero con una apariencia y posiblemente también una personalidad distinta. 

Es entonces cuando el Ángel solar da a construir a unos Devas superiores especializados en el arte de la construcción, el vehículo que aquella alma necesita para llevar a cabo sus experiencias en el Devachan. La construcción de este vehículo es muy distinta a la de los tres cuerpos de manifestación construidos por los devas elementales que en si constituyen la materia.

El Devachan no es un lugar tal como ya hemos dicho anteriormente ni es igual para todos los seres humanos sino que está construido con la vibración de los estados de consciencia superiores que el Alma a ido acumulando  en cada una de las recapitulaciones que el ser humano ha realizado al descartar sus cuerpos.
Todas aquellas formas mentales y deseos elevados que el ser humano ha creado y no ha podido realizar, alli puede hacerlos realidad. Estas formas mentales tienen tan potente vibración que quedan adheridas al cuerpo devacánico como escenarios dentro de los cuales él es el protagonista.
 
Generalmente se cree que fuera del cuerpo físico se detiene la evolución, pero no es así en las almas conscientes de serlo. Aunque no tengamos cuerpo físico seguimos accediendo a las enseñanzas internas y también seguimos sirviendo.
Una vez se le ha mostrado al alma humana el pasado, el presente y el futuro como una continuidad en el tiempo, a continuación entra de nuevo en un estado de somnolencia para despertar en el Devachan dentro del vehículo que le ha sido construido, el cual tiene sus propios límites, adecuados a las experiencias que debe vivir, pero lo suficientemente amplios como para poder realizar sus  aspiraciones y donde va a vivir lo más puro y noble que siempre ha deseado.
Quizás puede ser difícil de imaginar que si el ser humano ya no posee vehículos materiales pueda experimentar sus vivencias en el Devachan como algo real. 
Sin embargo el Maestro nos dice que aún pareciendo incomprensible, el Devachan es más real que el plano físico, porqué se halla en niveles superiores donde la pureza de pensamiento e intenciones es total y que todo cuanto experimentemos y aprendamos allí serán vivido como un estado mental, además será incorporado en el átomo permanente para que en la próxima encarnación surja a la superficie como una cualidad adquirida en nuestra consciencia y podamos realizarlo.

El tiempo transcurrido en el Devachan también se agotará una vez realizados sus sueños y entonces el Ángel solar lo preparará para la próxima encarnación. 

 
 Marta Parramon


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