Viendo la crisis general que está sufriendo todo el planeta y el gran desorden que impera, nos preguntamos cual es su causa fundamental.
Es más que evidente que la forma de entender y de vivir la vida debe cambiar.
Al igual que la vida de un ser humano, que está regida por la ley cíclica de nacimiento, juventud, plenitud, vejez y muerte. Una era, una civilización y una cultura siguen el mismo proceso de nacimiento, plenitud, decadencia y disolución llevando en si el germen de nuevas civilizaciones.
La nuestra ha llegado a la vejez, las formas utilizadas y deterioradas ya no sirven para la tarea de crear un nuevo orden mundial, deben nacer nuevas formas de vida llenas de posibilidades de realización.
Está naciendo una Nueva Vida, una Nueva Era que emerge trayendo cambios obligados y tensiones planetarias al no ser comprendida la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos a fin de poder construir nuevos valores más de acorde a las energías entrantes.
Es necesario un cambio radical en la conciencia que produzca la capacidad de ser creadores e incluyentes en todos los sectores del vivir humano.
La crisis actual es debida a la resistencia que oponemos al cambio. Estamos tan aferrados a nuestros valores personales, a nuestras costumbres y forma de entender la vida, que tenemos un miedo terrible a perder las seguridades que nos dan.
Si fuéramos conscientes de que los seres humanos tenemos la capacidad de construir formas mentales, convertirnos en Magos conscientes y darnos cuenta que todo cuanto existe en este planeta a parte de la pròpia naturaleza es obra humana, quizás seríamos más responsables de nuestros pensamientos y nuestros actos.
Es necesario romper con todo cuanto limita el avance hacia la nueva era. De esta forma acortaríamos esta etapa crítica de adaptación.
Si fuéramos observadores atentos de las causas que originan el conflicto, comprenderíamos más profundamente que nada nuevo puede construirse sobre unos cimientos que se estan derrumbando.
Una era desde que empieza a hacer sentir su influencia hasta su final tiene una vida aproximada de dos mil doscientos años. La entrada de la nueva era de Acuario está dando señales evidentes de sus efectos en la unificación mundial, en la unión de grupos grandes o pequeños dedicados al bien de la humanidad. En la tendencia de
las naciones y de los individuos a exigir libertad y tantas otras manifestaciones que evidencian un cambio radical en la conciencia humana.
En todos los principios se producen crisis de adaptación difíciles de evitar, pues de ser personas auto centradas en que el yo personal va por delante de todo cuanto se oponga a su camino, pasar al auto olvido y a la dedicación hacia el bien común, es un trabajo épico para el alma.
Cuando somos aprendices cometemos muchos errores, pero precisamente es de estos errores que aprendemos a construir correctamente.
Marta Parramon
Gracias por el artículo. Aprovecho la ocasión para felicitarte por el blog.
Un saludo
Nada es fácil en la vida y el ser humano es el rey de los errores en el pasado, en el presente y supongo que tambien en el futuro.
Alguién me dijo un dia que la humanidad no habia sido creada para vivir tantos años, de ahí muchos de los problemas con los que nos encontramos.
Yo sin embargo creo que todo forma parte del desarrollo de la civilización, aunque en este momento estemos en una de las peores etapas de crecimiento, por los motivos que tú tan bien explicas.
Felicidades por el blog
Un abrazo
però per això cal reproduïr-nos a cada moment, desprenent-nos de la por
i ser fidels a la activitat de l'ànima.
Gràcies per recordar-nos la manifestació de les senyals d'els nous temps.
Petonets.