Resumen de la Conferencia a cargo de Marta Parramon Elies en la, “Asociación de Amigos de la India” de Barcelona, Catalunya, (España) 1995
(Podéis hallar la conferencia entera en mi Podcast de Ivoox)
A
medida que avanzamos vamos siendo conscientes de otras vidas y
sistemas de relación muy distintos a los conocidos
comúnmente.
Cuando surgen en nuestro interior las ansias de
conocer por nosotros mismos algo más profundo y espiritual de lo que
nos han enseñado las religiones y las distintas filosofías,
empezamos a plantearnos preguntas que nos inducen a reflexionar sobre
el significado profundo de la existencia, de esta forma la
consciencia va penetrando en lo que para el común de los mortales
todavía es un misterio. Observa al mundo y ve que aparte de la
propia naturaleza, todo cuanto existe es obra humana, pero también
se da cuenta de que el ser humano por si solo no podría llevar a
cabo sus creaciones.
La ciencia, en su mayor parte, nos da
muchas respuestas interesantes pero basándose únicamente en lo
tangible de la existencia, únicamente do en la forma. Nosotros sin
embargo, queremos profundizar e ir más allá para hallar las causas
que subyacen en todo cuanto existe en la creación. Y de aquí pueden
surgir muchas pregunta, por ejemplo; ¿cómo puede el ser humano dar
forma a sus pensamientos y deseos y con tan solo imaginarlos verlos
realizados?, ¿cómo puede llegar a formarse un ser humano tan
maravillosamente perfecto dentro del vientre de la madre, o
reproducirse cualquier ser dentro de los demás reinos.? Parece
increible, verdad?
Sin embargo, la información que se nos da en
la Sabiduría oculta, tiene su sentido, aunque no podremos acceder a
ella hasta que estemos preparados para comprender y utilizarla
correctamente en el servicio y el bien de la humanidad.
En los
tratados ocultos se habla del reino dévico en relación con el reino
humano y su evolución paralela, pero todavía conocemos muy poco
sobre su propia evolución interna y de las distintas jerarquías
que existen en nuestro sistema. La iglesia católica dio a conocer la
existencia de los Arcángeles, los Querubines, los Ángeles de la
Guarda y algún que otro ángel menor, sin embargo, poca información
se ha dado hasta el momento. Se ha limitado a presentarlos como seres
propios de la religión, no se ha explicado cual es su origen y
aunque se diga que son divinos, esta no es una respuesta convincente.
Ni tampoco se ha dado a conocer lo que representan para la evolución
de nuestro sistema solar y el magnífico trabajo constructor que
realizan para llevar a cabo la evolución planetaria, humana y
atómica, contribuyendo de esta manera a concretar y dar forma al
propósito del Creador. Tampoco se ha presentado a los elementales
menores y su trabajo constructor en relación con los demás reinos
de la naturaleza.
Todos los Devas nombrados y posiblemente
muchos más de los que conocemos por las enseñanzas esotéricas
recibidas actualmente, pertenecen a evoluciones y jerarquías
diversas, algunas de las cuales son superiores a los Grandes Maestros
de Sabiduría, poseyendo gran poder dentro y fuera del Sistema y cuya
naturaleza divina sería incomprensible para nosotros. Las entidades
angélicas habitan en todos los planos y sub planos del sistema,
cumpliendo la misión que el Logos solar les tiene designada según
la categoría espiritual alcanzada y la energía de Rayo a que
pertenecen. Y de forma muy significativa para el Logos, el
trabajo constructor de los elementales en los planos físico-etérico
y el astral, en que el movimiento y la transformación molecular de
los elementos está extremadamente activa en la actualidad, al entrar
con gran ímpetu las energías acuarianas que producen una gran
transmutación en los éteres, afectando de manera concreta a los
planos más densos y materiales donde el karma gravita con toda su
fuerza.
El aspirante espiritual desea fervientemente el contacto consciente
con el reino dévico, pero únicamente se nos permitirá cuando
seamos lo suficientemente puros e inofensivos, cuando estemos
preparados para utilizar las energías elementales sin peligro a ser
poseídos por ellos. Entonces, como magos blancos, también se nos
permitirá colaborar con los Ángeles de superior jerarquía, cuando
sea preciso un servicio en bien de la evolución planetaria en
conjunto.
Llega una etapa en el camino del discípulo en que al observar el letargo y la ignorancia de una gran mayoría de la humanidad, surge dentro de sí una gran compasión, y a la vez, la convicción de que puede contribuir a despertarlos y señalarles el camino que a su debido tiempo, los liberará de la ignorancia de su procedencia divina y los mantiene prisioneros de la materia. Un buen ejemplo de este estado lo hallamos en.“El mito de la caverna” de Platón. Para quienes lo desconocéis os lo recomiendo, muestra una correspondencia perfecta con la evolución humana, desde su oscuridad, ceguera e ignorancia, hasta el reencuentro con la Realidad.
Marta Parramon Elies
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