La Geometria en el aura humana !

Platón el gran filósofo y Maestro de Sabiduría afirmaba que 

" Dios Geometriza" 

Conocía los mundos ocultos y como se estructuran las formas desde los niveles superiores hasta  su total materialización a partir de un Arquetipo o modelo de perfección.

La Jerarquía espiritual del planeta nos ha proporcionado mucha información sobre el Éter y los Devas constructores en sus muy diversas jerarquías y funciones  y la importancia vital que tienen para la evolución de todo el sistema. 

Sin Éter no existiría la vida y sin los devas no habría ninguna forma creada que pudiera materializarse en ninguno de los Planos. 

Sin embargo existe una Causa primera que va mucho más allá y es la Voluntad del Logos de Crear. Al hacerlo Sus tendencias físicas  son representadas por una forma geométrica constituyendo su arquetipo, su modelo de perfección, hacia el cual cada entidad se dirige  al recorrer lo que conocemos como el Sendero. Es a partir de la vibración y la cualidad de estas formas geométricas que los devas construyen las formas concretas.

Cuando al Maestro que observa ve sobresalir de entre la multitud una luz que irradia atrae Su atención, esto indica que aquel ser humano que irradia ha conectado con su alma y se ha iniciado en el camino espiritual. Observa el aura del aspirante y por su radiación y las formas geométricas que contiene ve si  su vida de deseos está controlada por la mente concreta. 

A partir de entonces la mente del aspirante se desarrolla más rápidamente  a la par del corazón.  Así se va formando la personalidad que más adelante se integrará.

Pero cuando se llega a esta etapa evolutiva, en el aura del aspirante que siente la inquietud de buscar información espiritual se producen ciertos cambios geométricos. 

Dentro de los cuadrados van surgiendo de los ángulos dos líneas de energía que se dirigen en diagonal hacia el ángulo opuesto, dividiendo el cuadrado en cuatro triángulos. El triángulo equilátero o pirámide en sentido poliédrico, (en este tema en particular) es el símbolo del Alma. 

Al principio los triángulos que van apareciendo también son irregulares, sin embargo esta división indica que la energía del Alma ha empezado a penetrar los vehículos. Cada forma geométrica  que aparece y se transforma en nuestra aura es una entidad angélica, con una vibración idéntica a nuestros estados de consciencia, al igual que son entidades angélicas cada célula y cada átomo de nuestros cuerpos. 

Cuando el Maestro ve algunos triángulos en formación en el aura del aspirante lo pone a prueba y pasa de ser un aspirante a convertirse en un discípulo en probación. A partir de entonces el Maestro le pide a un discípulo aceptado dentro de Su ashrama y que además esté encarnado, que lo observe y lo guíe.

Este discípulo regular e internamente, se pone en contacto con el Maestro para informarlo de los avances del probacionista.

Si el discípulo en probación se mantiene firme, demuestra el olvido de si mismo y el amor en el servicio activo, el Maestro lo acepta dentro de Su ashrama, entonces es preparado para recibir la segunda iniciación produciéndose  en él una gran expansión de consciencia, entonces el contacto con el Alma y con la Jerarquía para él son una realidad. Los cuadrados que podían todavía no haberse transformado se convierten en triángulos que se irán haciendo más bellos y perfectos a medida que sirva y expanda más su corazón y sabiduría.

Sin embargo la formación de los triángulos polihédricos no llegará a su perfección hasta recibir la primera  Iniciación Jerárquica, (la que normalmente se conoce como la tercera).   

A partir de entonces  la radiación y el magnetismo de su aura aumentará sensiblemente.

En cada iniciación recibida la vibración de las energías que contiene el cuerpo del discípulo y más tarde del iniciado se acelera enormemente, produciendo en los triángulos o pirámides un sentido de rotación que finalmente los convierte en esferas. 

En las auras de los Maestros únicamente existen esferas. La esfera perfecta es el símbolo de la mónada espiritual.

Vemos pues que el Hexaedro, la Pirámide y la Esfera corresponden a tres estados de consciencia. En cada iniciación  los cuerpos del ser humano pierden densidad al ser substituidos por átomos búdicos. En la primera iniciación son substituidos una cuarta parte. En la segunda iniciación el cincuenta por ciento de la totalidad. Esto indica que la densidad de los cuerpos que utiliza un discípulo es la mitad de la de una persona común.Cuando se recibe la tercera iniciación el iniciado únicamente posee una cuarta parte de materia densa en sus cuerpos y finalmente en la cuarta iniciación, el Arhad, se libera totalmente de la materia y aunque esté encarnado y aparentemente sea una persona normal, la materia de los cuerpos que utilice ya no tendrán ninguna influencia sobre él y su aura se habrá convertido en una esfera radiante de Luz.

Marta Parramon