(Los audios en lengua Catalana son traducidos progresivamente al idioma Español)

sábado, 18 de mayo de 2024

Los Guías de la humanidad y la Voz de la consciencia ! (Reunión grupal 1990)



Uno de los Guías que la humanidad ha reconocido durante toda esta era que estamos dejando atrás, especialmente aquéllos que en estado educados en la religión cristiana, ha estado el Ángel Guardián.
También hay quien habla de ello como si fuera un mito, sin embargo, el Ángel Guardián realmente existe y cuánto somos capaces de reconocer su presencia es porque empezamos a escuchar la "voz de la conciencia" que nos avisa siempre de los peligros que podemos encontrarnos en el camino si no la escuchamos.
Existen Guías y Ángeles protectores en todos los sectores de la vida humana y en todos los reinos de la naturaleza.
El Ángel Guardián está conectado con Ángel Solar y todo lo que nos transmita Su voz siempre estará dirigido al bien. Protege a cada individuo en particular y al grupo familiar en su conjunto. Es un siervo del Ángel Solar, así como el Ángel Solar es un sirviente de la Mónada espiritual.
Todos los grupos esotéricos con sus invocaciones atraen a su Ángel Protector cuando están plenamente integrados como almas. La evolución espiritual del Ángel tendrá la categoría que haya alcanzado el alma del grupo y estará presente siempre que se le invoque.
Cuando formamos un grupo de meditación y servicio hay que procurar realizar la meditación siempre a la misma hora y sentarse en el mismo lugar. El ritual es necesario para poder establecer la comunicación de forma más instantánea y directa con Ángel. La conciencia centrada en lo superior crea alrededor del grupo un aura
de Luz que lo atrae penetrando en su interior y nos abre el canal que nos conecta con con el Maestro y la Jerarquía.
Existen infinidad de jerarquías angélicas unidas al reino humano. Los Ángeles y los Hombres son dos evoluciones paralelas
inseparables, una no puede existir sin la otra. El hombre desarrolla la inteligencia y el ángel el sentimiento, hasta llegar a un punto en el que confluyen y se fusionan creando al ser Andrógino, mitad Hombres y mitad Ángeles. Este estado superior es el que han alcanzado los grandes Adeptos, Maestros de Compasión y Sabiduría. .
El objetivo del ángel es lograr la Inteligencia y la del hombre desarrollar el Amor. Representan el aspecto masculino
(el hombre) y el aspecto femenino (el ángel) la dualidad del universo, que al entrar en contacto producen Creación.
Esotéricamente repetimos a menudo; "El hombre piensa y el Deva construye"
El hombre es un creador y Ángel es el constructor de las formas mentales que el hombre le proporciona.
Este estudio sobre el reino angélico es fascinante y al mismo tiempo muy complejo por la gran variedad de jerarquías y reinos dentro de su especie y las funciones tan diversas que realizan. También existen jerarquías angélicas que no están vinculadas a la evolución humana porque cumplen otros propósitos del Logos Solar.
Quizás alguna vez nos hemos preguntado cómo hacerlo para ponernos en contacto conscientemente con el Maestro, con la Jerarquía, con nuestro el Ángel Solar o con los Ángeles que nos guían, no de una manera imaginaría sino, real.
Existe una regla: !El Servicio!
El olvido de sí mismo, la entrega desinteresada y el servicio.
Esto cuesta tanto de practicar que casi todo el mundo se asusta o se siente incompetente y limitado ante el sacrificio que se exige al discípulo consagrado y más aún al iniciado, además de la renuncia de su propia individualidad una vez se ha comprometido.
Nada de lo que pueda vivir en su vida de relaciones será por beneficio propio, sino que todo lo que se le presente será para prestar un servicio a los demás.
Es importante estar muy atentos a la voz de la conciencia. Al principio de la evolución la Voz proviene del Ángel Guardián, pero llegará el momento en el recorrido por el Sendero, en que habremos recuperado la autoconsciencia y convertido en los propios guías, entonces la separación entre Àngel Solar y nosotros habrán desaparecido porque estaremos actuando como el verdadero Ser que somos en nuestra esencia divina.

Marta Parramon Elies